La gingivitis es una inflamación que afecta a las encías. Cuando la enfermedad avanza, y evoluciona a periodontitis ya hay una pérdida de hueso. Puede empezar a manifestar síntomas como el sangrado, el «alargamiento de dientes», mal aliento o incluso movilidad dental pero el problema es que puede incluso cursar asintomático, sin causar molestias al paciente, ni sangrado ni dolor, por ello, es fundamental el diagnóstico precoz.
En nuestra clínica dental, analizamos en primer lugar el estado de la enfermedad periodontal (piorrea) cuando el paciente acude a nuestra consulta y según la fase en la que se encuentre enfocamos el tratamiento necesario. En el estado más inicial, probablemente bastará con una limpieza, pero en casos mas avanzados ya se necesita un tratamiento de raspado y alisado radicular (conocido anteriormente como curetaje).
En los casos más avanzados de infección, mediante cirugía realizamos una limpieza en profundidad por debajo de la encía. La cirugía periodontal corregirá los defectos que la enfermedad haya producido en las estructuras anatómicas de la encía y el hueso. El objetivo es establecer una correcta morfología gingival que facilite el control de la placa a cargo del propio paciente. Sólo en los casos más extremos según necesidad realizaremos un injerto de hueso, en caso de que la base del diente esté dañada, o colocaremos una malla que ayude a la regeneración del tejido dañado.
En cualquier caso, llevaremos un seguimiento exhaustivo durante todo el proceso del tratamiento, para reparar lo antes posible el daño y la infección, y una vez realizado el tratamiento, seguiremos con revisiones periódicas para evitar que vuelva a aparecer.
Todos nuestros tratamientos de periodontitis tienen siempre el objetivo de mantener las piezas dentales propias del paciente.
